Contratos cuestionables y la imagen del presidente.
Muy acertadamente el editorial del Espectador del viernes 9 de mayo de 2020 calificó como: Una cachetada a los colombianos, la compra de camionetas blindadas para la Policía, por valor de nueve mil millones de pesos, al igual que la firma de otro contrato por 3.330 millones, para mejorar la imagen del presidente. Contrastan estos gastos, con el hecho de que en ese momento se estaba en emergencia sanitaria y económica por la pandemia; con hospitales en huelga por falta de pago al cuerpo de médicos y demás trabajadores de la salud, trapos rojos en las casas de las personas con hambre, empresas quebrando, y… pare de contar.
La rapidez con que fueron tramitadas estas negociaciones, se debió a una de esas medidas de emergencia para enfrentar la pandemia. Así, se dio la segunda versión de Agro ingreso seguro en FINAGRO, cuando el ministro de agricultura Rodolfo Zea, creó, mediante la resolución 001 del 2020, una línea de créditos subsidiados, diseñada especialmente para apoyar a los productores del campo y garantizar, la cadena de producción y abastecimiento de alimentos en todos los rincones de Colombia. Pocas horas después de firmada la resolución, fueron aprobados créditos por 226 mil millones, de los cuales el 94% fue para grandes empresarios que según denunciaba el portal El Expediente, utilizaron ese dinero “para pagar deudas viejas e importar alimentos pese a que en Colombia está prohibido utilizar los subsidios para tal fin”
Con el dinero para mejorar la imagen del presidente; se contrataron las Emisiones presidenciales de la seis de la tarde, donde el presidente Duque, con lenguaje de culebrero adormece a los televidentes tratando de explicar lo inexplicable, queriendo justificar casos como los aludidos contratos millonarios y, distrayendo a los televidentes con formas eufemísticas de presentar reformas tributarias, fatales para los pobres, pero beneficiosas para la clase dominante.
El proyecto de mejorar la imagen del presidente, se tomó tan en serio, que se amplió. Así, el jueves 25 de marzo de 2021, fue histórico. En esa fecha, se lanzó el programa RTCV Noticias, que con un equipo de 90 periodistas cubrirá el 92% del país, y nos cuesta a los colombianos 300 mil millones de pesos anuales, según lo denunció Daniel Samper Pizano en su columna del 21 de marzo, con un sugestivo título: El gobierno suelta el gato.
¿Cómo justificar ese despilfarro en un país donde-- según la revista The Economist, citada por Enrique Santos Calderón en portal Los danieles--, la pobreza aumento al 38% y el PIB perdió 60 billones de pesos en el último año?
¡No hay justificación valedera! Y menos, si tenemos en cuenta que, con poquísimas excepciones los medios de comunicación están al servicio del gobierno de turno y los periodistas independientes han sido perseguidos en forma inmisericorde. No es sino, hacer un breve recorrido de lo que les ha ocurrido en lo que va de este gobierno, para observar lo que han tenido que soportar quienes no se han arrodillado a la soberbia dictatorial del gobierno.
Estos hechos, son sólo una muestra tomada al azar, de una serie que no cabría en este espacio. Pero como si fueran pocos, se nos brinda otro, cuyo objetivo resulta futurista, para que a las generaciones por venir, se les garantice la buena imagen de este gobierno. Para ello, la esposa del presidente Iván Duque, María Juliana Ruiz, propuso a Enrique Serrano, director del Archivo General de la Nación, editar un libro autobiográfico, para destacar su papel en el gobierno como Primera Dama. La edición tendría un costo aproximado de 50 millones de pesos, que saldrían del presupuesto del Archivo que costeamos todos los colombianos.
Como si todo lo anterior fuera poco, se destinaron 14 billones de pesos para compra de aviones de guerra. Seguramente los medios que marchan al ritmo que le dicte el gobierno, lo desmentirán o justificarán porque, al decir de Ramiro Bejarano, en el Espectador el 28.03.21: “Este gobierno naranja es especialista en mentir o disfrazar las noticias” .En el mismo sentido se pronuncia Pablo Felipe Robledo, cuando en su columna del mismo diario el 31.03.21, titulada: Mentir, mentir y mentir, comenta la reforma tributaria anunciada con nombre eufemístico, pero que pretendía castigar aún más a las ya empobrecidas clases populares.
La prensa, que debe ser crítica, para justificar el calificativo de: Cuarto poder, pero en este país se sumó a los entes de control que fueron tomados por el ejecutivo: La Fiscalía con Barbosa, la Procuraduría con Cabello y la Defensoría con Camargo, tal como lo señala Antonio Caballero en el portal Los danieles del 28.03.21.
La ñapa.
Conversación en un baño turco entre uno de los personajes de Héctor Rojas Herazo y el arzobispo, en Celia se pudre.
“Dos mitrados, solícitos, le dan palmadas en las costillas y los muslos y lo restriegan con esponjas. El arzobispo, después de bendecirme con cierta maliciosa ternura, me interroga: ¿A qué has venido hijo mío? Siento, sin poder contenerme ni explicarme aquella reacción, la necesidad de responder: Deseo ser salvado, su ilustrísima. (…) Yo no descifro el voluptuoso discurrir, pero capto de pronto: Y entenderás y no querrás salvarte, porque no hay necesidad de ninguna salvación.” p.303.
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