La herencia de Electricaribe


Afinia y Air-e son las empresas operadoras de Caribe Mar y Caribe Sol, los dos segmentos en que fue dividida la Costa Atlántica para la administración de las instalaciones que pertenecieron a la extinta Electricaribe. Es impresionante la profusión de mensajes que las nuevas operadoras están haciendo circular en todos los medios de comunicación anunciando las bondades de los servicios prestados en Colombia y en el exterior por estas empresas. 

Pero siempre hay una cara oculta que está relacionada con algunas preguntas que se hacen quienes han seguido de cerca la problemática de la electrificación en la Costa atlántica, por ejemplo: ¿Cuál de los nuevos clanes-- que como sanguijuelas desangran los recursos de todos los colombianos—metieron la mano para ser escogidas?  Preguntas como esa, me hicieron interesar en el tema.  

Jorge Vergara Carbó, en una columna  que publicó el 22 de septiembre del 2020 en el portal Corrupción al día, titulada Todo estaba calculado para favorecer a los españoles en su demanda por $6 billones, toma como punto de referencia la demanda interpuesta por la Unión Fenosa, dueña de Electricaribe, a raíz de la intervención que le hizo a esa empresa el Estado colombiano el 15 de noviembre del 2016, y hace énfasis en cómo los agentes especiales encargados por el Estado para administrar esa empresa fueron un desastre. Pero para eso fueron contratados, diría la sabiduría 

Electricaribe estaba insolvente, y en menos de seis meses se esperaba que se acogieran a la figura jurídica de la quiebra y el gobierno la hubiera recibido sin desembolsar un solo centavo por indemnización, pero apareció una campaña bien orquestada por los medios de comunicación en donde participaban los parlamentarios de la región, gobernadores, alcaldes y las llamadas fuerzas vivas para que el gobierno central la interviniera, como finalmente lo hizo. 

Esta acción le abrió las puertas a la empresa intervenida para que su filial en España, Gas Natural, demandara al Estado colombiano en tribunales internacionales reclamando una indemnización multimillonaria que, según los cálculos de algunos analistas estaría, alrededor de 6 billones de pesos, pero que podría llegar a 20 billones para superar el mayor desfalco hasta ahora conocido en Colombia, el de la Refinería de Cartagena(Reficar), que llegó a 14.8 billones. Todo hace pensar, concluye el comentarista, que con el alto índice de corrupción que ha caracterizado a nuestra sociedad: Todo estaba fríamente calculado.

Norman Alarcón Rodas, en un artículo publicado en el diario La libertad el 22 de septiembre del año en curso, titulado La suerte está echada en Electricaribe, señala que el gobierno actual aprobó el documento CONPES 3985 del 2020, para que el Estado asuma el pasivo pensional y prestacional de Electricaribe y del Fondo Empresarial y de Superservicios. Además, abrió las puertas para seguir reforzando con fondos públicos las finanzas de los nuevos operadores: Caribe Sol y Caribe Mar. Como si fuera poco y, para redondear el regalo que les hizo el gobierno a estas empresas, vino una resolución de la CREG con la autorización para el aumento de tarifas.

Los nuevos operadores, como ya se sabe, son: Caribe Mar y Caribe sol. La primera para los departamentos de Bolívar, Córdoba, Sucre y Cesar, y la segunda, para los departamentos de Atlántico, Magdalena y Guajira.

Caribe Mar le fue entregada a las Empresas Publicas de Medellín (EPM), empresa que ha estado en el ojo del huracán a raíz de los problemas de Hidroituango, así por como las graves denuncias que ha hecho el alcalde de Medellín Daniel Quintero, y que merecen un capítulo especial.

Caribe Sol, le fue entregada al consocio Energía de la Costa, cuyo capital está conformado así: el 25% pertenece a Energía de Pereira y el 75% a Latin American Capital Corporation. La cabeza visible del consorcio es Alberto Ríos Velilla, quien controla Enerpereira al igual que Enertolima, empresa en donde fue socio de Kapital Energy, de la que formaba parte el Grupo Nule. 

Ríos Velilla también ha sido socio de German Vargas Lleras en algunas empresas, además de participar en la financiación de sus campañas políticas, por lo que es fácil deducir quien o quienes les facilitaron quedarse con este negocio. Tampoco está de más recordar que por “faltar al estándar de la calidad de su servicio”, Superservicios sanciono el 31 de julio de 2019 a Latin American Capital Corporatin con una multa de 1.650 millones de pesos.

Con estos antecedentes ya sabemos en manos en manos de quienes va a quedar el porvenir de la región, en lo que al vital servicio de energía se refiere.

La ñapa

Un grito vagabundo.

Sea este fin de año, la oportunidad propicia para agradecerle a todas las personas que han tenido la paciencia de leer los blogs que les he compartido, cuyos contenidos son la expresión de la forma de plantearme a mí mismo los temas que me han interesado o inquietado, y que en algunos casos martillaban en mi interior, a tal punto que temía explotar, hasta cuando alguien—a quien no me cansaré de agradecerle-- me sugirió esta forma de compartirlos, y al hacerlo… ¡qué alivio! Han sido la válvula de escape para desfogar lo que he llevado por dentro y me obligaba a pensar, como en aquella canción de Buenaventura Díaz, popularizada por Guillermo Buitrago: ¡Yo quiero pegar un grito vagabundo!

Los primeros de estos comentarios, aparecieron como una expresión atropellada, de quien quería decir algo, pero no tenía interlocutor, escritos de cualquier forma; pero aparecieron las sugerencias y correcciones hechas por personas bien intencionadas, y con formación literaria suficiente para orientarme en el mejoramiento del estilo. Surgieron asimismo, voces de aliento e indicaciones sobre los temas en que algunas personas, estaban interesadas en conocer mis puntos de vista.

A todos: Gracias, muchas gracias, muchísimas gracias. 

Felices pascuas y próspero año 2021, en el cual aspiro a seguir contando con su atención. 

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